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Si en la semifinal Óscar tiró del carro, en la ronda decisiva Haya fue el más destacado. Bien de tiro y mejor de birle. Tras la suculenta ventaja que tenían del día anterior sobre sus dos parejas rivales, los cuatro jugadores de Maliaño pasaron a la final sin excesivos apuros.
Comenzaron jugando en la primera semifinal el dúo de Hermanos Borbolla Villa de Noja, Jesús Salmón-José Díaz, y el de Riotuerto Hotel Villa Pasiega, Jorge González y José Ramón Pedrosa. El juego de tiro no fue bueno por parte de ninguno de los equipo, que sí se mostraron más atinados desde el birle, especialmente Salmón y González. Los nojeños realizaron un concurso de 245 bolos y sumaron un total de 721 en las tres jornadas, mientras que los de La Cavada consiguieron 234 bolos para cerrar con 737. Una cifra que les daba el tercer puesto.
José Díaz comentó que «la bolera estaba mejor que el viernes y lo hemos notado. Siento no haber podido ayudar más a Salmón, pero no siempre tienes un buen día». Por su parte, Jorge González se mostró «satisfecho con el campeonato realizado.
En semifinales no estuvimos bien de tiro pero lo arreglamos desde el birle. Para nosotros supone una enorme ilusión haber quedado terceros, puesto que el nivel era muy alto».
En el otro emparejamiento de 'semis', Óscar González y Rubén Haya supieron soportar mejor la presión que sus rivales, sobre todo en las manos finales, enjugando los cinco bolos que tenían de desventaja. Con un concurso con muchos altibajos, González y Haya anotaron 234 (122 a raya alta y 112 al medio), mientras que sus rivales se quedaron en 225 bolos (125+100). La tónica de esta ronda fue la tensión en todas las tiradas y los birles poco efectivos, tirando del carro en sus dúos Carlos y Óscar.
'El Junco' y Haya entraban a la final con 4 bolos a favor -761 por 757- de sus rivales, a quien les pesó en exceso la bola queda y el caballo que hicieron en la primera y quinta mano.
Gran final
La gran final se presentaba con un pronóstico incierto, a tenor del comportamiento de ambas parejas. Lavín y García cumplían en su primera mano con 33, pero González y Haya realizaron un gran registro de 40 bolos (17+23) que les ponía ya con 11 palos de distancia, a los que sumaban seis más en la segunda gracias a su acierto en el birle. Carlos y Ángel cortaron la sangría y en la tercera mano anotaron 40 (17+23), recuperando su mejor versión sobre todo desde el birle de la zona manista, con bola de seis de Lavín, y recortando ocho de distancia a sus compañeros, que realizaron 32 (106-101).
Carlos estaba birlando como nunca, pero Lavín no le ayudaba, tirando bolas de uno y dos. Por entonces, Rubén Haya volvía a ser el de las grandes tardes, y el 'conejo' final de Óscar en la cuarta mano no alteró el estado de ánimo del tándem, que, a raya alta, se adelantaba 141-129.
Carlos y Ángel no arrojaban la toalla y seguían jugando bien, sobre todo desde el birle, pero 'El Junco' y Haya respondían cumpliendo de subida y birlando a un gran nivel. Una bola de seis de González en el sexto parcial, dejó, a falta de dos manos, una ventaja de 16 bolos, 205-189, a los que había que sumar los cuatro de saca. Carlos y Ángel hicieron 34 sin 'quemar' ninguna bola a emboque, pero eran insuficientes porque sus rivales hicieron 29 y llegaban con 15 bolos de ventaja a la última mano.
Lavín subía seis y García debía embocar. En su última bola no lo consiguió, porque escuadró al otro lado, pero la bolera se lo reconoció con un atronador aplauso. La suerte estaba echada. Lavín y García sumaban 249 para un total de 1006 bolos y con 12 les valía para ganar a Óscar y Haya. Con su cuarta bola desde el tiro, el de Liérganes superó el registro y proclamó nuevos campeones regionales de Peñas por Parejas. Terminaron con 40 bolos, para un total de 274, que les llevaba hasta los 1.035 palos derribados.
Cara y cruz
Tras finalizar el encuentro, Carlos García, con rostro cariacontecido, comentó que en las semifinales «no hemos estado bien y no hemos sabido aprovechar sus pinchazos. En la final, entramos por abajo y no les hemos podido parar. Este subcampeonato tiene para mí sabor agridulce, porque podíamos haber hecho un poco más». Su compañero, Ángel Lavín sólo pudo asumir la derrota. «En la final han sido superiores y hay que felicitarles», reconoció deportivamente, comentó.
El rostro de Óscar y Rubén era bien distinto al de sus amigos de Roper. Haya manifestó, tras la entrega de trofeos, lo mucho que «nos costó entrar al partido en las semifinales, pero nos dieron opción de llegar vivos a la final y nos llevamos el triunfo jugando muy bien. Es mi primer campeonato con 'El Junco' y estoy muy feliz, porque llevamos una gran temporada. Es un placer jugar al lado de un gran campeón como él». Por su parte Óscar vio la clave «en las últimas manos de la semifinal, en donde nos adelantamos. Le dije a Rubén que esto era una carrera de fondo y así ha sido.
Estoy muy contento con este campeonato, que es el octavo que consigo, cinco con Jesús Salmón, dos con Tete y este con Rubén. Haya es un gran compañero y nos entendemos muy bien dentro del corro», aseveró un feliz 'Junco de Liérganes'.
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